jueves, 12 de junio de 2014

INJENUA - PESOA VELIZ


INJENUA
El profesor a Juan, en jeometría,
defíname la curva, dijo un día,
y el pobre Juan le respondió sereno:
línea que la mujer tiene en el seno.

Carlos Pezoa Véliz De "Alma de Chile" (1908)

sábado, 9 de noviembre de 2013

El amor como desactivación de la política

Durante los últimos días he tenido la oportunidad de ver en las redes sociales que varios de mis contactos se han comenzado a entusiasmar con Sfeir. Creo en realidad, que se han dado la oportunidad de manifestar públicamente un entusiasmo ya cristalizado hace tiempo. Parece ser que desde los debates de ANATEL y el de algunos canales abiertos (que en términos estrictos ni amplios pueden ser denominados como debates) en el ambiente ha aumentado el entusiasmo público por este particular candidato. Hasta hace un tiempo, parece ser, que hablar de Sfeir era ser poco serio por su estilo de vestimenta, por su cola de caballo blanquecina, por su estilo místico y cercano a un maestro espiritual. Es, sin lugar a dudas, irrelevante indicador de su importancia o connotación política o pública dicho aspecto. Esas reticencias hablan más del provincialismo de Chile que de Sfeir, propiamente tal. Sin embargo, durante el último tiempo se ha evidenciado que el señor Sfeir es bastante competente: tiene dos doctorados, un MBA, ha trabajado en el Banco Mundial, también lo ha hecho para la ONU en temas ambientales y derechos humanos, etc.

Creo que todo lo dicho ha hecho que Sfeir pueda integrarse como alguien legítimo para ser votado por muchos.

Yo, en lo personal, no soporto a Sfeir. No como persona, sin duda. Amaría poder comer de sus guisos, hacer yoga con él y compartir un buen vino con una igualmente deliciosa conversación. Allí entonces no reside el problema. Lo que no soporto es su figura política que seduce justamente a aquellos que desean idealmente cambios, pero que no entienden lo que implica en términos prácticos. Desde mi prejuicio esos sujetos que tienen esas dos características al mismo tiempo son los hijos de padres liberales del barrio alto.

El problema reside justamente en lo que posibilita su fama de último minuto: su concepción amorosa de la sociedad. Mi hipótesis central es que Alfredo Sfeir seduce y genera un amplio interés de últimas no tanto por sus objetivos, sino por su perspectiva y camino para llegar a esos objetivos.

Los objetivos de Sfeir no son distintos a muchos objetivos de Claude, Enriquez-Ominami y Miranda. Quiere educación gratuita, desea mayor equidad, desea justicia, desea disminución de la violencia, entre otras cosas.

En lo que se diferencia es que Sfeir continuamente parte de una concepción de integración, de fraternidad, de hermandad, de reunión, de relaciones no violentas, de encuentro genuino y legítimo, de reconocimiento, de apoyo, de contención, en suma, de amor.

Y aquí está mi mayor discordia con Sfeir. Una sociedad de clases y de estamentos más o menos cerrados  distribuciones de diversos capitales desiguales, e intereses en conflicto. Sobre todo si entendemos que el campo social funciona bajo el imperio de la distribución desigual y el deseo de concentración. Si eso es cierto, es imposible lograr equidad sin un intento de contrarestar el poder a través de poder. Las hegemonías se devastan a través de otras hegemonías. Y eso implica conflicto, roce, choque, pugna. En lo subjetivo implica descontento, rabia, envidia, etc.

Lo que hace que gente -al menos en el caso de mis redes sociales, del barrio más alto y con mayores concentraciones económicas y sociales- ame a Sfeir es que sus propuestas de redistribución hacen un borramiento de lo propio de la política: el poder. Y como se sabe, el poder es relación conflictiva.

Así lo que plantea Sfeir es más una retórica que un hecho posible.

Lo que me incomoda más, y esto es una intuición, es que si Sfeir quiere llevar el amor a su máxima expresión, y por ende eliminar de sus prácticas la violencia (tanto legítima como no legitima), no podrá hacer cambio alguno, sino que para evitar el conflicto se verá obligado a reproducir bálsamos y caricias superficiales que no generarán cambios concretos del modelo, sino retoques. Si desea concretar los cambios tendrá que notar que su perspectiva amorosa es insuficiente como condición para dichos cambios.

Creo en la posibilidad de una "sociedad más amorosa", pero ello no tanto en el proceso sino en el producto de una movilización social y de construcción de fuerza política que implicará tensión y malestar. Pero ello es el coste de los procesos de autonomía.





jueves, 13 de septiembre de 2012

Asesinato entre hermanos

El asesinato del cabo segundo de carabineros Cristian Martinez Bobadilla en manos de un menor de edad en Quilicura es un álgido  término para la jornada de un día cargado de tristes recuerdos como es el 11 de septiembre. Día que simboliza una profunda división de la sociedad chilena y la ruptura a sangre y fuego de un proyecto de nación que, con el esfuerzo de las mayorías, se intentó llevar adelante por casi un siglo de nuestra historia. Considero que resultaría estéril analizar los reprochables acontecimientos ocurridos con el cabo segundo de carabineros como efecto de ciertos rasgos psicopáticos de quien cometió el crimen, pues caería en la miopía de limitar la acción humana a individuos y sus particulares rasgos y temperamentos. Sin duda que la justicia tiene que analizar individualmente las responsabilidades penales de los sujetos para llevar a cabo sanciones. Sin embargo al hacer eso en un análisis situacional se obviaría la complejidad de la acción en relación al contexto y a la historia. Es así que  me parece más relevante y urgente pensar que ese luctuoso hecho representa y reactualiza con claridad la profunda división que insiste reabrirse una y otra vez con la mayor claridad todos los 11 de septiembre de cada año.

La caja de Pandora de nuestra memoria se abre con toda evidencia durante esa fecha y otras similares, como el Día del Joven Combatiente, pero durante el resto del año se dejan ver sus efectos más templadamente, menos espectacularmente, menos televisadamente. Y es que en una sociedad modernizada con desigualdad y segregación a través de la fuerza y la violencia y que al mismo tiempo no ha visto un asomo de justicia frente a las víctimas de la violencia de Estado durante la dictadura no puede más que revivir una y otra vez frente al recuerdo traumático de lo que no ha sido apaciguado sino profundizado en todos estos años de democracia. 

Lo más triste y patético de la situación es que lo que uno observa en este tipo de hechos violentos es a todos los sujetos que participan calzando uno por uno con aquellos que se encuentran en las posiciones más desventajadas en términos de poder, riquezas e influencias en nuestra sociedad; es decir el pueblo. En efecto, aquellos que han ganado y la dictadura les dejó la balanza a su favor no aparecen directamente enfrascados en estos acontecimientos. A lo sumo, desde la lejanía de sus oficinas y mansiones mandan a mantener el orden, a acallar al pueblo, a destruir cualquier asomo de las reacción frente a las injusticias de las capas bajas de nuestra sociedad, al punto de enviar leyes que desempolven y traigan en democracia la pena de muerte.

No intento afirmar que tales acontecimientos fueron luchas políticas entre burgueses y proletarios, pero sí que fue producto de la división en el seno de una sociedad de clases.

Aquellos herederos del poder de la dictadura frente a estos pequeños incómodos envían y sugieren enviar a más fuerzas, a más orden y por ende a más efectivos que ocupen la función de carabineros. Esos carabineros en concreto nacieron en las mismas cunas de aquellos que se quejan cada 11 de septiembre y cada Día del Joven Combatiente; nacieron con la misma mala suerte y la balanza en su contra. Entrar a carabinero es entonces la forma que tienen de romper con su pasado, como los mismos que salen a la calle a romper el sistema que hace que su pasado se siga reproduciendo en su presente y en el futuro de sus hijos perpetuamente. Mientras los carabineros se venden al sistema por un mejor pasar, aquellos que no tuvieron expectativas ni mejor pasar se venden a la delincuencia, a la violencia, el alcohol y las drogas. 

Así, lo más terrible que evidencia este acontecimiento es justamente que  gran parte de lo más descarnado y cruento de los efectos de la división causada en dictadura y reproducida en democracia es encarnada y llevada a cabo por el pueblo en contra del pueblo. Lo que vemos en el asesinato del cabo segundo Bovadilla es un fratricidio entre alienados: el pueblo alienado producto de la marginalización económica y social se encarniza a muerte con el mismo pueblo alienado producto de la identificación con su agresor, los que concentran el capital económico y social.

Mientras sucedía eso en Quilicura, Lo Hermida, La VictoriaLa Legua y en muchos otros focos de Santiago tal y como ocurre año a año;  mientras chicos que no tenían mucha idea de lo que estaban haciendo al saquear y tirar cadenas en los cables de las poblaciones para dejar a oscuras los conjuntos habitacionales de sus propias familias; mientras cabos de carabineros se dedicaban a allanar casas, detener menores y gente para evitar destrozos y crímenes, sin tampoco saber muy bien qué hacían, para quién y contra quién lo hacían; mientras ocurría todo eso, lo más probable es que los causantes y reproductores de esta división estuvieran tranquilos, recostados y evidentemente con electricidad, disfrutando de todas sus regalías y beneficios –ya olvidado cuán manchados de sangre de compatriotas están-; en el peor de los casos en sus hogares del barrio alto, en el mejor de ellos en algún país de Europa o el Caribe, quejándose por el lumpen y pidiendo que aumenten la cantidad de carabineros para que controlen de una buena vez el desorden en el país o pensando en impulsivas y descontroladas leyes que asesinen a los delincuentes que violentan a carabineros, sus carabineros, que les mantienen el patio trasero de sus hogares sin nadie que se los moleste. Eso es más fácil, mucho más fácil que un poco de justicia y equidad en un país que pide a gritos, golpes y disparos eso.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Estudiante estrella, estudiante dócil.

Revisando un trabajo de un estudiante me encontré con la siguiente declaración:

"La educación no es un derecho, por algo todos competimos por un cupo al rendir la PSU y tenemos que ganarles a muchos. Se debe poner énfasis en la educación básica y media para igualar las oportunidades, pero también se deben entregar más becas por excelencia académica, incluso a los que tienen más recursos, porque ellos también se esforzaron por sacar buenos puntajes"

Son de una muchacha estudiante de Ingeniería Comercial de la Universidad Católica. Su particularidad es que ella fue uno de los puntajes nacionales en matemáticas. Esta declaración fue hecha dentro de un reportaje de diario La Tercera, del 29 de agosto de este año, sobre la participación de los estudiantes con puntaje nacional dentro del Movimiento estudiantil. El título deja inferir lo que intentan de sugerirles al público: "El 62% de los puntajes nacionales en la PSU no ha participado en marchas".

Dentro de los datos que recaba el sondeo realizado por los periodistas C. Palma y E. Cabrera para diario La Tercera consignan:

Un sondeo de La Tercera efectuado a 200 jóvenes que lograron puntaje nacional en la última PSU -el 59% de colegios particulares pagados, el 17% de subvencionados y el 24,1% de municipales- reveló que el 42% está de acuerdo con las movilizaciones y tomas y otro 17% apoya el fondo, pero no las tomas. Sin embargo, tienen poca participación y conocimiento del tema. El 72% conoce los principales puntos del petitorio estudiantil, pero la mitad no está informada de las propuestas del gobierno y otro 7% apenas las sabe parcialmente.

A mi juicio el objetivo implícito de este reportaje es inducir o seducir a la conclusión de que los estudiantes exitosos, estudiosos y modélicos si bien pueden tener conciencia de los problemas dentro de una nación no se van a dejar 'ideologizar' por ellos. De algún modo confiarían en que los mecanismos tradicionales y el diálogo -tal como lo condicionan las autoridades- serán efectivos. En definitiva el exitoso, el 'mejor', puede reconocer las falencias pero no actúa, pues cree y confía en la institucionalidad. El periódico justamente intenta de presentar eso como el modelo adecuado.

Esto es el justo complemento del reportaje del diario El Mercurio, donde muestra abiertamente los promedios escolares y puntajes PSU de los representantes del Movimiento Estudiantil. Todos ellos tienen muchos menores puntajes, al parecer menor éxito, y consecuentemente están completamente involucrados en el Movimiento Estudiantil, al punto de ser sus representantes. Es el representante modélico del estudiante que se ideologizó.


Para mi, el reportaje de La Tercera, muestra otro aspecto, un aspecto mucho más aterrador, ensombrecedor y negativo de lo que implica ser 'buen estudiante' en Chile: el estudiante modélico, el estudiante estrella, es en definitiva un sujeto dócil. Que se adapta, que se ajusta, que, en definitiva, saber cómo moverse en las estructuras existentes. Acepta lo que hay como lo verdadero y sigue las reglas del juego. Espera que factores externos a él regulen lo que se despunta, lo diferente. Si es creativo, tan sólo utiliza de modo divergente (pero no rupturista) los elementos existentes dentro de la lógica ofrecida.

Lo que se muestra, en definitiva es que el concepto implícito que tienen los medios de comunicación de masas y el Estado (esto en tanto lo que mide la PSU es justamente el criterio de selección de la excelencia) es un concepto técnico de estudiante.

Es por esa razón que tanto La Tercera como El Mercurio pueden disociar e incluso escindir como tipo ideales distintos al "alumno de excelencia" del "alumno ideologizado", justamente porque no comprenden que el Estudiante (ya no 'alumno') tiene conocimientos técnicos para construir y hacer políticamente un país.

Justamente dentro de este modelo educativo es iluminador entender que muchos de los estudiantes que no tienen completo éxito académico no se debe a su 'baja inteligencia', a su 'poca motivación' o a su 'flojera', se debe a que se resiste a ser dócil, a aceptar los cánones que le ofrece un sistema deshumanizador.

Vemos que las demandas del Movimiento Estudiantil justamente van en esa línea: eliminar la dislocación entre política y conocimiento, y rearticularla para construir un mejor país.







domingo, 14 de agosto de 2011

Ahora sí.

Mientras pienso cómo hacerte
literatura
te marchas por los
escalones del edificio.

En realidad
me dirás
soy yo
quien se
escapa de ti
y
de mi
garabateando
en un cuaderno
y
diluyéndome
como
la tinta en la hoja.

sábado, 13 de agosto de 2011

Al silencio.

Si se ha de escribir correctamente poesía
no basta con sentirse desfallecer en el jardín
bajo el peso concertado del alma o lo que fuere
y del célebre crepúsculo o lo que fuere.
El corazón es pobre de vocabulario.
Enrique Lihn, Si se ha de escribir correctamente poesía


Ese silencio tuyo de pasillo de hospital y
esos ojos que hablan claramente de tu mutismo
selectivo:
me muestran que te
ocultas; te me ocultas.

Lo único que en realidad hemos compartido
con suerte o
por mala suerte
ha sido un vaso plástico trasparente con vino
de múltiples categorías
y el humo de tu cigarro pegado en la ropa
y el cabello
a la mañana siguiente de la
fiesta.

Sí,
tú hiciste poesía
en mis lentes
cuando los rompimos
por una disyunción inclusiva:
por arte o por magia,
o tal vez por un error mayúsculo
que tú sí que comprendías sin saberlo:
"después te vas a arrrepentir de esto".

No te lo esperabas.

Y por fin entendí que te veía borroso
antes, mucho antes
de la vida trasuntada en ese evento o la
(mala) fortuna.

Si hablara con Günter Gaus
no me quedaría sino empezar
protestando:
yo no pertenezco al círculo de poetas.
solo soy un intento de anverso.

Y ahora ni siquiera me queda lengua.


miércoles, 3 de agosto de 2011

Receta: Lasagna Begoña.

Ingredientes:

1 paquete de carne de soya premium
2 paquetes de masa de lasagna
2 salsas de tomate tarro taliani (oliva)
2 pimentones grandes (rojos)
2 cebollas medianas
1 cebollín (para la salsa)
1 bandeja chica de champiñones
250 grs de aceitunas negras
2 paquetes de salsa alfredo
1/2 caja chica de crema
1/2 paquete de salsa de tomate básica
4 dientes de ajo
2 paquetes de panceta
1/2 kg de queso mantecoso
250 grs de queso parmesano

sal, pimienta, salsa de soya, tabasco a gusto.


Para realizar esta receta uno debe seguir al pie de la letra la vieja tradición suiza que obliga a que Begoña no esté presente en la preparación de tan magna receta ni pruebe bocado alguno de la lasagna. Es este paso insoslayable el que le da el característico sabor a nuestra receta. Ese es el motivo que inaugura como 'Lasagna Begoña' a esta sublime receta.

Luego se fríe el tocino hasta que esté crocante; se le deja secar. La cebolla se corta pluma. El pimiento en juliana.
La masa se deja remojando en agua caliente por unos minutos.
Se prepara la salsa Alfredo.
En una budinera de tamaño gigante se añade una primera capa de salsa roja (receta salsa roja a continuación) y Alfredo. Luego una de masa. Y después otra con un poco de salsa de ambos tipos, y se añade los ingredientes que rellenaran la lasagna con el orden que uno desee: pimentón, cebolla, aceitunas, los quesos y la panceta. En todo caso se sugiere dejar panceta para la última capa de la lasagna

La salsa de tomates:

primero se pica 1 pimiento entero muy fino (pluma) luego se pica una cebolla en cuadritos pequeños. Se corta los champiñones en lonjas. Se pica el ajo. Y se pica cebollín finamente: hojas y tallo. 1 taza de carne de soya a 2 de agua hirviendo en un bowl (1 taza de carne de soya es un paquete completo). Al bowl con carne y agua se le añade salsa de soya a gusto. Se tapa el bowl y se deja alrededor de 10 o 15 minutos.

Pasados los 15 minutos se cuela y se seca bien la carne de soya. Luego se saltea en recipientes separados los ingredientes: en el primero se tira aceite de oliva, luego se añade el ajo, el cebollín y 1/4 de los pimentones picados. Se sofríe. En la olla se tira aceite de oliva, el resto de los pimentones y la cebolla hasta que se sofría. Cuando ambos estén listo se salpimenta y se añade tabasco (opcional) y luego se combina con la carne de soya.
Mientras se mezclan los sabores de la unión, se saltean los champiñones, los que una vez listos son añadidos al pino junto con un puñado de aceituna y la salsa de tomate. Luego se salpimenta a gusto.

Se deja cocinar y está lista.



martes, 2 de agosto de 2011

Familea Miranda - El bloqueo (transcripción personal)


















No quiero contribuir a una lluvia de melones
viejas rallan zanahoria
se suicida en La Moneda
No me importa la distancia.
Matan al niño, olor a jabón, rebota la sangre en la pieza'e los padres
No quiero contribuir a una lluvia de melones.
Desprovisto en realidad de nada eso es estar
sólo no estarlo es
la negación de lo anterior
cuando siento un temblor
muerden chillan sacan lloran
te destruyen la memoria





martes, 26 de julio de 2011

Dame tu sucio amor - Marilú Urriola

Urriola un gran descubrimiento. Dedicado para nadie.

"Dame tu sucio amor que se quema sin llamas, mi corazón ha afollado, derramado en su vicio, alojado en su tumor, labré mi dolor en la peor herrería, el barro cubre mis pies, me he revolcado en un amor bastardo, con la holgadura de una delincuente cercené, arrojé la dura carga de amar en la soledad, en medio de la caída y el desfallecimiento, dame ese amor sucio, lastima mi alma, cúbreme."

lunes, 25 de julio de 2011

La portadora - Jorge Teillier

[Para L.H.]

Y si te amo, es porque veo en ti la Portadora,
la que, sin saberlo, trae la blanca estrella de la mañana,
el anuncio del viaje
a través de días y días trenzados como las hebras de la lluvia
cuya cabellera, como la tuya, me sigue.
Pues bien sé yo que el cuerpo no es sino una palabra más,
más allá del fatigado aliento nocturno que se mezcla,
la rama de canelo que
los sueños agitan tras cada muerte ,
que nos une
pues bien sé yo que tú y yo no somos sino una palabra más
que terminará de pronunciarse
tras dispensarse una a otra
como los ciegos entre ellos se dispensan el vino, ese sol
que brilla para quienes nunca verán.

Y nuestros días son palabras pronunciadas por otros,
palabras que esconden palabras más grandes.
Por eso te digo tras las pálidas máscaras de estas palabras
y antes de callar para mostrar mi verdadero rostro:
"Toma mi mano. Piensa que estamos entre la multitud aturdida
y satisfecha ante las puertas infernales,
y que ante esas puertas, por un momento, llenos de compasión,
aprisionamos amor en nuestras manos
y tal vez nos será dispensado
conservar el recuerdo de una sola palabra amada
y el recuerdo de ese gesto,
lo único nuestro".