Las vacaciones estaban planas en cuanto a lecturas hasta que llegó Pablo de Rokha a mis manos: poético, emético y electrizante. Se refrescan estos días entre el correr de los días. Hace mucho que vivía días nublados para la poesía; ahora se mantendrá la oscuridad pero serán días de lumbre. Me alegro haberme topado por casualidad y tal vez causalidad con la Antología de de Rokha 'Epopeya de las comidas y las bebidas de Chile', compilado por Carlos Droguett.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Grande chupete...
jajajaja...
Publicar un comentario